La epilepsia es un trastorno del cerebro, en donde las personas tienen actividad eléctrica en el cerebro que no es normal y ocasiona convulsiones, por lo que también se conoce como “trastorno de convulsiones”. Pero una sola convulsión no se considera epilepsia.
Existen distintos tipos. En algunos casos, una convulsión puede causar movimientos espasmódicos, sin control y pérdida del conocimiento. En otros casos, las convulsiones ocasionan solamente un período de confusión, una crisis de ausencia o espasmos musculares.

Causas
Los médicos no siempre saben qué ocasiona la epilepsia. Algunas cosas que pueden incrementar los riesgos son:
- Genética: las personas que tienen un padre o hermano que tenga epilepsia están en mayor riesgo de desarrollar epilepsia.
- Trauma en la cabeza: las lesiones graves en la cabeza pueden ocasionar epilepsia, algunas veces, años después de la lesión.
- Infección: las infecciones como meningitis, encefalitis y SIDA pueden incrementar el riesgo.
- Condiciones médicas: otras condiciones médicas pueden incrementar el riesgo de epilepsia como la enfermedad de Alzheimer, apoplejía, tumores cerebrales o problemas con los vasos sanguíneos en el cerebro.
- Problemas durante el embarazo, nacimiento o desarrollo temprano: en algunos casos, las infecciones durante el embarazo, los problemas durante el nacimiento, los defectos cerebrales congénitos (problemas con el cerebro que se encuentran en el momento del nacimiento) o las lesiones en el cerebro de un bebé pueden ocasionar la epilepsia.
Síntomas
El síntoma principal de la epilepsia son las convulsiones. Existen muchos tipos diferentes y cada uno causa diferentes síntomas. Algunos tipos comunes incluyen lo siguiente:
- Convulsiones tónico-clónicas generalizadas (gran mal): este tipo de convulsiones afecta todo el cerebro. Durante la convulsión, los músculos en el cuerpo se ponen rígidos (tensos), luego se agitan y contraen (llamadas convulsiones). La persona que tiene una convulsión, usualmente pierde el conocimiento (se desmaya).

- Ausencia de convulsiones (o pequeño mal): este tipo de convulsiones afecta todo el cerebro y usualmente solo dura unos cuantos segundos. Durante la convulsión, una persona puede tener una crisis de ausencia, no reconocer su entorno, dejar repentinamente de hablar o moverse, o tener pequeños cambios en los movimientos musculares.
- Convulsiones parciales (focales): este tipo de convulsiones afecta solo una parte del cerebro. Los síntomas pueden variar, dependiendo del lugar del cerebro en donde empieza la convulsión. Por ejemplo, una convulsión parcial puede ocasionar cambios en las emociones o a los sentidos (por ejemplo, alucinaciones, hormigueo, entumecimiento u otros cambios en la vista, gusto, olfato, tacto o audición). Este tipo de convulsiones también puede ocasionar contracciones musculares (por ejemplo, hacer que la persona mueva la cabeza de manera inusual o sacuda un brazo o una pierna con fuerza. O bien, la convulsión puede ocasionar crisis de ausencia, algunas veces con movimientos repetitivos inusuales, como mover la boca o los labios, masticar o tragar o movimientos de las manos.
Antes de que empiece una convulsión, algunas personas experimentan mareos, cambios emocionales o cambios en la vista (como alucinaciones), olfato (huelen un olor que no existe) o tacto (como hormigueo o entumecimiento). A esto se le llama aura.
A considerar
La epilepsia usualmente se trata con medicamentos, pero si el medicamento no ayuda a sus convulsiones, es posible que su médico le recomiende otras terapias.
Si su médico sabe qué está ocasionando su epilepsia, tratar la causa puede hacer que sus convulsiones se detengan.
