Realizar gimnasia es saludable a cualquier edad, pero en las personas cuando comienzan a ser mayores es fundamental para evitar la pérdida de masa muscular y ósea.

Tener más de 50 años no es excusa
Numerosos estudios, como el publicado en American Journal of Physiology en 2012, indican que la práctica de ejercicio de intensidad moderada ayuda a evitar la pérdida de masa ósea y la atrofia muscular, a lo que hay que sumarle que es un antídoto contra los problemas metabólicos, las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, las neurodegenerativas y las caídas, mientras que
potencia la secreción de endorfinas u «hormonas de la felicidad», las relaciones sociales, mejora el descanso, entre otros beneficios.
Una de las principales causas por las que no se hace deporte cuando se supera los 50 años, es que antes tampoco se ha hecho. Pero la práctica de ejercicio físico se debe adoptar como un hábito, preferiblemente desde la infancia, o de lo contrario, nunca es excusa la edad para comenzar con el mismo.
A considerar
Para quien no está habituado a realizar ejercicio físico comenzar con clases de fitness o gimnasia no es fácil tenga la edad que tenga, pero el primer paso es el deseo de hacerlo, por eso aquí te dejamos consejos para comenzar con buen pie en el gimnasio:
- Muévete. Para conseguir beneficios con el ejercicio físico hay que realizarlo de 30 a 60 minutos diarios, cinco días a la semana. Sin embargo, este puede ser el objetivo al cabo de unos meses y comenzar de a poco. Por ejemplo, puedes plantearte realizar ejercicio durante 10 minutos en tres momentos del día, ya que no es necesario hacerlo seguido. La clave es la continuidad y regularidad para lo que, a su vez, necesitas estar motivado y que la actividad que hayas elegido te guste.

- Observa tu cuerpo. Una de las principales razones por las que las personas de mediana edad se deciden a realizar gimnasia es para perder peso, pero este objetivo debe dejarse a un lado al comienzo. Durante las primeras semanas debes observarte y comprobar que te encuentras bien, quizás algo más cansado, pero nada que no te impida seguir con tu nueva vida activa.
- Aumenta el ritmo paulatinamente. Tras un mes de toma de contacto con el ejercicio seguro te encuentres con ganas, fuerzas y quieras subir un poquito el nivel. Prueba a aumentar tu sesión de ejercicio habitual (caminar, nadar, andar en bicicleta) entre 5 y 10 minutos, siempre controlando que tus pulsaciones no se disparen.
